viernes, 20 de diciembre de 2013

Dialéctica del Amo y el Esclavo



     La conocida y trillada dialéctica del Amo y el Esclavo de Hegel. Creo que es un pasaje que siempre tiene algo para decirnos. Que interpela algún aspecto de lo real. No es que sea de las partes más oscuras y crípticas de la Fenomenología del Espíritu pero tiene pasajes complicados. Me interesa empezar directamente por el final. ¿Quién vence en esta batalla que se libra a muerte entre Señor y Siervo (según algunas traducciones)? No es muy claro, pero me inclinaría a pensar que el Esclavo, si bien no vence, conserva cierta dignidad. Es decir, la relación de dominación no se disuelve, pero el siervo (lo podemos llamar de las dos maneras, la traducción difiere según la edición) termina con alguna ganancia, levanta la cabeza, podemos decir. Al trabajar la cosa, el material de producción (mediación entre las dos partes) el esclavo siente que su trabajo (tanto físico como intelectual) le hace recobrar (auto) conciencia. Esa reflexión que finalmente hace sobre sí mismo (vía el trabajo) le hace re-conocer su posición en la relación pero ya no de mera subordinación; esta toma de conciencia le hace recobrar la dignidad perdida al comienzo, cuando, enfrentado al Amo (quien detenta la propiedad), siente "temor", temor ante su vida: si no trabaja para el Amo, su vida (orgánica, es decir, corporal) desaparece. La relación, entonces, además de poder, es "natural" en el sentido de supervivencia. Si el esclavo no trabaja para el amo, perece. Pero esto es lo que el amo le hace re-conocer al esclavo: que su relación de poder es necesaria. Que el ser-para-sí del esclavo es un ser-para-otro, una dependencia. Lo mismo para el amo (dado que estamos ante una relación de transición entre dos términos). Pero el ser-para-otro del amo implica una dependencia distinta: el amo, si bien no puede prescindir del esclavo, no teme ante la muerte. No hay posibilidad de arriesgar su vida. Detenta el poder. Es el término de la dominación. Impone la relación y la dependencia. A lo sumo, lo que arriesga es su prestigio y su situación de privilegio. Pero todos estos componentes (dominación sobre un otro, dependencia, ausencia de temor), en tanto están en la conciencia del Amo, se imponen en la conciencia del esclavo en la forma de esclavitud. La relación, es, ante todo, metafísica (dialéctica entre tres términos Amo-Cosa-Esclavo), es decir, es una relación entre partes que se disuelven en la contradicción de un todo, pero es también una relación económica: los medios de producción y la reproducción de la vida están en disputa. Y como toda relación económica, se basa en una guerra; la muerte está al acecho. Dos autoconciencias disputan su vida. Si bien el esclavo, elaborando la cosa, y cobrando conciencia de su situación, levanta su cabeza, la relación, en definitiva  se disuelve en la desdicha. La victoria requiere otro escenario en el que ya esté involucrada la Historia.

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